Es tanta la curiosidad que desata el término de “Coaching” y tantas veces me han preguntado, “qué es exactamente el Coaching”, que escribo este artículo con la intencion de que conozcáis más a fondo nuestro trabajo desde mi visión profesional y personal. Cuando te asaltan en la calle con esta pregunta, no se si es mejor un " con calma te lo explico en otro momento" o pararse con prisas a tratar de dar una explicación rápida.
“El coaching consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño. Consiste en ayudarle a aprender en lugar de enseñarle.” Definición de John Withmore, precursor y referente en Coaching. Una de las definiciones de Coaching que particularmente más me gusta por su claridad y capacidad de síntesis sobre nuestra profesión. Si bien para un profano en la materia quizás sea demasiado sintética e incluso demasiado técnica.
La traducción literal de “coaching” al español es “entrenamiento” y en mi caso cuando me lanzan la pregunta sobre qué hago exactamente, mi respuesta es más que concisa, “soy entrenadora”, a lo que sigue una cara de sorpresa ya que la mayoría asocia entrenamiento, con entreno físico o deportivo. Sorpresa que va in crescendo cuando soy yo la que les pregunta cuánto tiempo al día dedican a entrenar su mente, a entender sus emociones, para lograr sus metas, para mejorar su salud y su estado de bienestar.
Reacción de sorpresa lógica, pues a la mayoría nos han inculcado que el cuerpo se entrena y con la mente se estudia, más allá de ésto, contamos con lo que nos viene dado de serie y lo que nos va enseñando la vida.
Y es precisamente la vida, la que nos pone ante situaciones que trastocan nuestro presente bloqueándonos y ante retos que por no lograr conseguirlos nos llevan a la frustración y la impotencia. En el mejor de los casos el "sin cambios", nos condena a la rutina, a la apatía y al no se que me pasa. Está en nuestras manos dejar que el fluir del tiempo nos arrastre o ser nosotros mismos quienes decidamos que vida queremos llevar y a saber que nos pasa hoy y que queremos que nos pase mañana.
Otros por sus aficiones, trabajos y demás circunstancias han tomado conciencia de la importancia que tiene su mente en el desarrollo de sus vidas. En mi caso personal, practicar un deporte individual a alto nivel, me permitió comprobar que cumplir los objetivos marcados e incluso superarlos, se obtienen cuando el estado físico, mental y emocional es el óptimo. Tener esto claro y un entrenador completo, con la mente abierta y atento a todo lo que me pasaba, me llevaron al éxito. Yo estaba dispuesta a darlo todo por alcanzar mis metas y mis metas y las de mi entrenador eran las mismas, si añadimos que me entrenaba mi padre, la seguridad y la confianza en él eran totales.
Viviendo el presente de este modo, se alcanza la eficiencia y la excelencia y es en esto en lo que consiste mi trabajo, facilitar al cliente el logro de sus objetivos, a través del descubrimiento y desarrollo de todo su potencial, de toda su excelencia. ¿Cómo se consigue? Entrenando, entrenado y entrenando.
Evidentemente dependiendo de la persona y de lo que queremos conseguir, haremos un determinado entrenamiento. Sin olvidarnos de que en este proceso, en este entrenamiento, la confianza entre ambas partes ha de ser total.