Buen domingo a todos. Esta semana me toco escuchar "el me siento culpable" en más de una ocasión. En todas ellas resultó que ese estado del ser y del sentir en nada favorecía a los que lo verbalizaban, salvo en que los mantenía en un estado que conocían muy bien. En el estado de no hacer nada, de parálisis.
"Si el sentimiento de culpa o, mejor, de responsabilidad ante un suceso, ayuda a cambiar las cosas a mejor, a rectificar, a aprender para el futuro, a ponernos en el lugar del otro y comprenderlo, estupendo; pero la culpa como mero machaque es una emoción que nos bloquea y que no aporta nada positivo, tengamos cuidado de no alimentarla."
Y es que las emociones nos invaden y así debe ser, tanto las más buenas como las menos buenas, aunque debemos aprender a "soltarlas", dejarlas ir, en beneficio de nuestro propio desarrollo personal y vital.
La vida es un camino de aprendizaje y del mismo modo nuestras emociones forman parte de este proceso. Cuando una emoción, un sentimiento se queda con nosotros, lo hace para enseñarnos y en ocasiones para protegernos aunque nos cueste entenderlo.
Pensemos en nuestras relaciones personales:
Cuando en una situación sentimos con razón "rabia", "ira" y nuestro mayor deseo y desahogo sería el permitirnos expresarla hacia la persona que nos provocó tal emoción; es entonces cuando la otra persona se siente dolida y pasamos a sustituir nuestra rabia por culpa y evitar de este modo el conflicto social y el presupuesto dolor del otro.
Un ejemplo contrario y común se da cuando sentimos "afecto" hacia alguien que por nuestra situación actual debiera no existir. Es entonces cuando sustituimos afecto por culpa para mantener nuestro presente intacto y evitar los cambios,terminar relaciones, iniciar otras nuevas y la incertidumbre que la nueva situación nos generaría.
"la culpa es una emoción que es difícil de manejar" . Y la propia culpa nos permite aplazar el sentir emociones más profundas que se mantienen escondidas tras ella:
Detrás de la culpa hay emociones básicas escondidas: rabia, miedo, tristeza, afecto, alegría. La culpa en muchas ocasiones es el síntoma y no la enfermedad por lo que sanar nuestras emociones es carrera de fondo, como lo es la propia vida.
Pensemos en valores tan importantes para todos como la familia, la compasión, valores religiosos. Creencias como el hasta que la muerte nos separe, pensemos en el acto de confesión y del perdón, en la ayuda incondicional. Todos ellos perfectos en su concepto como valores éticos y morales; ahora bien, dónde están los limites de cada ser humano cuando mantener intactos estos valores y creencias ensombrecen nuestras vidas con sentimientos de culpa, "mentiras personales y victimismo.
La culpa protege también el mantenimiento de nuestras creencias y valores, que en ocasiones debiéramos revisar y establecer prioridades.
¿En qué nos limita la culpa?Como cualquier emoción a la que nos "amarramos", nos impide avanzar, nos paraliza. Limita nuestra experiencia vital.
"El problema es cuando esa culpa se hace grande, aparece casi constantemente y genera mucho sufrimiento inútil."
Es una herramienta de manipulación:
"Mucho cuidado con responsabilizarnos del bienestar de los otros." Pensemos en parejas donde existe el maltrato y los celos. (http://diariodepontevedra.galiciae.com/nova/374664-soy-ana-voy-callar artículo en prensa escrita-papel) equipos de trabajo donde la culpa siempre es del otro.
No te permitas convertirte en víctima de tu propio sentimiento de culpa
"Un grado de culpa" nos hace humanos, facilita nuestra vida y pone límites que permiten vivamos en base a nuestros valores y creencias. La linea que limita sus ventajas de sus inconvenientes es muy fina. Si bien es cierto cuando el sentimiento de culpabilidad se instala en nuestra vida debiéramos replantearnos hasta qué punto estamos viviendo la vida que para nosotros queremos.
Dejémonos de culpas y hagámonos responsables de nuestra propia vida.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-09-24/la-gran-esclavitud-de-la-culpa-aprendiendo-a-liberarnos-de-sus-cadenas_207355/