Buen domingo, para muchos Domingo de Pascua de Resurrección y de Gloria. Hablamos de Coaching y Religión puesto que la interpretación que podemos darle a esta Semana Santa, más allá de la religiosa, nos hace enfocarnos, en actitudes, gestos y acciones tan universales como lo son el esfuerzo, la gratitud, el cambio, la fe, la esperanza, el ir hacia delante, la reflexión, la compasión, el júbilo y el bienestar.
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Coaching y Religión[/caption]
Por mis creencias, conocimientos e incluso profesión; en la figura que conozco de Jesús, reconozco a un hombre sabio, valiente, transgresor, fiel a sus principios que inspiraba tanto con sus palabras, como con su modo de vida. Con palabras y hechos fundados en el Amor.
Así nació el cristianismo; a través de la propagación de sus palabras y de su modo de vivir. De este modo "facilitó e inspiró" que personas oprimidas - por un Emperador al que debían pleitesía y obligados a "adorar" y por el cual debían luchar, alimentando sus ansías de conquista y su propio ego - cambiaran la opresión por la libertad. Amando al prójimo como a uno mismo.
Si nos centramos en el artículo de hoy en La Semana Santa, debemos retomarla desde la Cuaresma.
La Cuaresma es el período de preparación de 40 días que comienzan el Miércoles de Ceniza y culmina la tarde de Jueves Santo. En este tiempo Jesus permanece 40 días en el desierto previos a su "Misión".
Para nosotros, 40 días, es un período que identificamos con "cuarentena" y que simboliza igualmente un necesario y buscado aislamiento: en algunos casos por motivos de salud física cuando portamos enfermedad que se propaga por contagio
y en otras ocasiones cuando decidimos recogernos y reflexionar, meditar para dejar atrás un pasado que nos supone una pesada carga y afrontar cambios importantes en nuestras vidas que nos mantengan firmes en nuestro camino, en nuestra misión y en nuestro proyecto vital.
La Cuaresma para Jesus es un estado previo de Purificación que culmina en la Pascua de Resurrección.
Podemos relacionar este estado de cuarentena con hitos en nuestra vida en los que hablamos de "empezar de cero", "soltar lastre", "limpiar", "comenzar una nueva vida", "nacer de nuevo". Momentos en los que para cambiar, previamente necesitamos parar.
Comienza la Semana Santa con la llegada a Jerusalén, de Jesús, desde el desierto. Y es símbolo de fé por lo que se celebra su llegada a Tierra Santa. Se simboliza este día con el color Rojo, color de Reyes y sangre.
El Rojo es el color de la Madre Tierra y a ella nos vincula. Después de una cuarentena, de meditación, relajación y reflexión; estamos preparados para nutrirnos de la madre tierra, para perdonar y agradecer y para llenarnos de energía que utilizaremos en nuestro nuevo camino de cambio y de ir hacia delante.
Jesús en Lunes Santo, "con los pies en la tierra" se enfrenta a los mercaderes, reclamando el respeto que un lugar de rezo se merece y botándolos por ello. El Martes Santo, anuncia su muerte y es el Miércoles Santo cuando su presagio se hace real al ser traicionado por Judas a cambio de 30 monedas de planta.
¿Quién no ha intuido una futura traición? Con lo que pensamos y sentimos creamos nuestra propia realidad.
Ser fieles a nuestros principios y a nuestros valores nos permite sobrellevar, comportamientos y hechos, no siempre buenos, ni predecibles y que escapan a nuestro control y que al tiempo son connaturales al cambio y al hecho de hacer las cosas de una forma nueva y diferente. Son estos hechos los que nos llevan a superarnos y a evolucionar día a día.
Podemos considerarlos los días más importantes de La Semana Santa. El Jueves y el Viernes Santo conmemoran su muerte y el Sábado Santo de Vigilia representa la esperanza y la fe en su resurrección.
En nuestro camino suponen el dejar atrás nuestras cargas, dejar el pasado en el pasado, perdonar, dar gracias y continuar y afrontar nuestro presente en aras de encontrarnos con nuestro futuro deseado
Jesús sale del sepulcro resucitado, al que sigue un Periodo de Pascua, de 50 días de especial alegría que culmina en Pentecostés, con la venida del Espíritu Santo, fuente de luz y de verdad, como Jesús había prometido y símbolo de unidad espiritual.
¿Qué mayor alegría qué disfrutar de un presente acorde con nuestros deseos, valores y objetivos? Protagonistas de nuestras propias vidas y acorde a nuestra misión y valores. Es esta forma de vivir la que nos aporta bienestar. "Amar al prójimo, como a vosotros mismos". Amor bien entendido, pues no podremos amar a nadie si no comenzamos por amarnos y aceptarnos a nosotros mismos, con nuestros más y nuestros menos.
Para ello se hace necesario dedicar tiempo a reconocernos a nosotros mismos, tiempo de recogimiento, análisis y reflexión. De limpieza, de ayuno, de paz interior. Tiempo para parar y comenzar de nuevo.
"Pero sin lugar a dudas, tal y como os indicaba en el primer párrafo de este post, uno de los actos más populares y que aglutina a más personas son las ‘procesiones’. El nombre a esa marcha o desfile religioso en el que participan numerosas personas proviene del término en latín ‘procedere’ cuyo significado es ‘marchar/andar hacia adelante’."
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Coaching y Religión[/caption]
Tras una semana marcada por los simbolismos, la oración y la marcha de las procesiones.
Caminemos y vayamos siempre hacia delante.Un puñado de palabras relacionadas con la Semana Santa y que quizás no sabías su significado