La semana pasada hablábamos de Coaching y elección, "eligiendo" estar de vacaciones un tiempo a diario. En esta ocasión me he encontrado con este titular y artículo sobre personas definidas como "tóxicas", que elijo cambiar por:
Consentir, permitir, poner límites:
¿eres un consentidor?
¿qué estás tolerando en estos momentos?
¿dónde están los límites en vuestra relación?
¿qué y cuánto aguantas, callas, aceptas?
¿hasta qué punto te afectan las actitudes y comportamientos de los demás?
Si contestando a estas preguntas te inunda una sensación de angustia, de desasosiego, de malestar; sería conveniente analizarás qué te están aportando realmente este tipo de relaciones para que te compense consentir, permitir y aceptar hasta tal punto.
En este artículo se toca el tema de las personas tóxicas y cómo identificarlas; yo le daría una vuelta y más que de personas tóxicas me centraría en identificar las "relaciones tóxicas".
Porque no tenemos la capacidad de cambiar a las personas que nos rodean pero sí el modo en qué nos afecta la relación que con ellas mantenemos.
Una relación solamente es tóxica cuando nosotros así la digerimos.
"Una persona tóxica necesita estar cerca de su víctima, captar su confianza y eliminar sus defensas."
"Claves para identificar a una persona tóxica:Suelen utilizar un disfraz de víctima o de buena persona. Buscan tu confianza, dependencia o admiración. Te minan la autoestima y el autoconcepto. Intentan aislarte de tu entorno. Menosprecian tus logros, amigos, intereses, etcétera. No son sinceras, son crueles más o menos evidentemente. No te quieren, no les importas, no te escuchan y no te respetan... Solo te quieren para poder utilizarte y cubrir sus deseos, intereses u objetivos. Necesitan tenerte cerca. Cuando pierden su capacidad de influencia sobre ti, reaccionarán con más agresividad o desarrollando una estrategia más sofisticada."
Démosle otra vuelta al artículo y en lugar de identificar a las personas tóxicas, analicémonos a nosotros mismos. Será más fácil identificar nuestro roll que ponernos a elocubrar sobre los demás. Más que nada porque llevamos toda la vida conviviendo con nosotros mismos y resultará más sencillo y productivo dedicar nuestro tiempo a conocernos a nosotros mismos que a los demás.
Será interesante si identificas a "personas tóxicas" en tu entorno o te sientes rodeada por ellas, analizar qué te están aportando.
Quizás necesites ser salvado, qué otros hagan y decidan por ti. Quizás lo que conoces y reconoces, sean maltratadores que con palabras y hechos, te recuerden tu incapacidad y que no puedes, porque tú necesitas y quieres creértelo, para que sean otros y no tú, quienes te salven. ¿Eres tú una víctima? porque toda víctima, necesita quien le maltrate y quien le salve. La cara y la cruz de la moneda.
Tú decides ser víctima o ser protagonista. Cuando eres tú quien decide y elige el tipo de vida y de personas que formen parte de tu presente, lo que carece de importancia e interés tiende a desaparecer. Cuestión de enfoque.
Piensa que el salvador y su lado oscuro, el maltratador, carecen de sentido sin una víctima a la que salvar o maltratar. La decisión es tuya. ¿Qué quieres en tu vida? Formar parte del círculo de víctimas, maltratadores y salvadores o formar parte del circulo de los protagonistas. Nuestra vida y nuestro entorno es fruto de nuestra propia elección.
Conclusión: la solución a la toxicidad, está en nosotros mismos. Es una cuestión de elección. Tú decides.
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